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La maldición de emprender

· 2 min de lectura
ferran figueredo

Cada vez pienso más que nacer con el gen emprendedor es una maldición. Vas a pasar el resto de tu vida pensando que eres más listo que el resto, que tienes mejores habilidades o que las cosas son más fáciles de lo que son.

La peor parte es creer que el éxito funciona de manera lógica (sin la intervención de la suerte) y que uno puede prepararse y aprender a montar cosas exitosas. O pensar que si no te han funcionado todos los anteriores, TIENE que llegar uno que lo haga (casi por karma). Siento decir, que no hay relación entre esos dos eventos.

Creo que tampoco tiene que ver con el nivel de éxito. Es decir, un emprendedor puro puede llegar a tener mucho éxito y nunca sentirse plenamente satisfecho, en esa búsqueda constante de algo que lo satisfaga.

Es una especie de ludopatía en la que crees que va a llegar el día en el que lo consigas y trasciendas, por lo que sigues echando monedas. El problema es que esa máquina tragaperras se paga con tiempo, por lo que es todavía más caro que el dinero.

Por lo tanto, construyes una especie de martingala perversa en la que cada vez crees que estás más preparado y cada vez te vas quedando más cerca de conseguirlo. Por lo que si no es esta, TIENE que ser en la siguiente.