Entrada publicada originalmente en miproximolibro.com
Siguiendo el concepto de John Resig - Write Code Every Day, creo que es una estrategia interesante aplicar esa misma filosofía a la escritura en general. Esta entrada es una traducción de la original, eliminando las referencias a la escritura de código.
Seguramente te ha pasado que no encuentras la forma de lograr tus objetivos en proyectos paralelos sin sacrificar la habilidad para mantener tu efectividad en tu trabajo habitual. Existen varios problemas en cómo estás trabajando en ellos.
Principalmente, se trabaja durante los fines de semana y algunas veces en las tardes semanales. Esta estrategia no le funciona bien a todo el mundo. Intentar conseguir trabajo de calidad durante el fin de semana suele generar una gran cantidad de estrés, y no conseguirlo puede producir sensación de fracaso.
Esto es un problema que se suma al hecho de no poder garantizar que cada fin de semana se disponga de tiempo libre o que no se quiera dedicar 2 días a escribir (eliminando cualquier posibilidad de relajación o hacer algo más entretenido). Además, una semana es tiempo suficiente como para olvidar en qué punto estabas o qué dejaste pendiente (incluso utilizando notas).
No hace falta mencionar que perder un fin de semana crea una distancia de 2 semanas de separación. En un contexto de varios proyectos paralelos, eso puede ser mortal para ellos.
Siguiendo la idea que completó Jennifer Dewalt, en la que se propuso construir 180 sitios web en 180 días, la alternativa es seguir una estrategia similar: escribir cada día.
Hay que establecer ciertas reglas para completarlo:
- Se debe escribir algo cada día. Puede ser una historieta, un capítulo o cualquier otra cosa, pero siempre relacionado con lo que has escrito.
- Debe ser algo con sentido. No puede ser solo revisión o formato de texto. Está permitido, pero no puede ser el trabajo exclusivo de un día.
- Todo debe ser escrito antes de la medianoche.
Estas son reglas arbitrarias. No es necesario que sea técnicamente antes de medianoche, pero es una forma de evitar escribir de forma descuidada hasta altas horas de la noche. De esta manera, se fuerza a ser consciente de la utilidad de lo que estás escribiendo.
Una vez aplicado, verás que aparecen varias cosas interesantes como resultado de estos cambios de hábito:
Texto mínimo viable
Estás obligado a escribir durante al menos 30 minutos al día.
Es muy difícil conseguir algo significativo en menos tiempo, especialmente si tienes que recordar dónde lo dejaste ayer. Entre semana puede ser difícil conseguir más de una hora libre, mientras que los fines de semana es posible conseguir un día entero.
Escribir como hábito
No es importante la percepción exterior sobre tu evolución. Lo importante es el cambio que estás haciendo en tu vida y no la percepción que los demás tienen de tu trabajo.
Es lo mismo que seguir una dieta o hacer ejercicio: si no te preocupas por mejorar a ti mismo, nunca tendrás éxito.
Combatir la ansiedad
Antes de empezar este experimento, es posible que hayas experimentado niveles altos de ansiedad al no completar suficiente trabajo o no haber progresado lo suficiente (conceptos que son relativos en proyectos paralelos sin fecha límite).
La sensación de progresar es tan importante como hacer un verdadero progreso. Una vez que empieces a progresar de forma consistente cada día, la ansiedad tiende a desaparecer. Puedes terminar sintiéndote en paz con la cantidad de trabajo conseguido y dejar de preocuparte por la necesidad frenética de hacer cualquier cosa.
Fines de semana
Conseguir trabajar durante el fin de semana parece ser absolutamente crítico para avanzar (ya que, habitualmente, es el único momento en el cual se tiene un tiempo significativo para trabajar). Esta situación deja de ser el caso, y eso es positivo. Tener muchas expectativas sobre todo lo que se conseguirá durante el fin de semana solo termina decepcionando.
Es muy difícil conseguir terminar todo el trabajo propuesto, y eso podría obligarte a rechazar otras actividades de fin de semana con las que también disfrutas (salir a comer, visitar un museo, ir al parque, pasar tiempo en pareja, etc.) a favor de conseguir más trabajo.
Pese a ser importantes, los proyectos paralelos no deberían excluir otras actividades.
Proceso interno
Un efecto interesante que se produce al trabajar en proyectos paralelos cada día es que sigues avanzando en tu mente con más frecuencia. Así que cuando sales a dar un paseo, tomas un baño o realizas cualquier otra actividad "no cerebral" diaria, te puedes ver involuntariamente pensando en qué escribirás más tarde o encontrando una buena solución a cierto problema que te haya aparecido.
Esto no ocurre cuando trabajas en algún proyecto solo una vez a la semana. Normalmente, ese tiempo dedicado a otras actividades se perdía con ansiedad por no conseguir terminar ningún proyecto.
Cambio de contexto
Siempre habrá un costo por cambio de contexto al retomar el trabajo en un proyecto paralelo. Por desgracia, es muy difícil volver a pensar en un proyecto después de una semana entera de trabajo en otra tarea.
El trabajo diario es más útil en este sentido, ya que el período de tiempo entre los trabajos es mucho más corto, por lo que es más fácil recordar en qué estabas trabajando.
Equilibrio del tiempo
Uno de los aspectos más importantes de este cambio es aprender cómo equilibrar mejor la relación entre el trabajo, el proyecto paralelo y la vida. Sabiendo que tendrás que trabajar en el proyecto todos los días, debes cuidar la administración del tiempo.
Si estás pensando en salir por la noche y no regresar hasta tarde, entonces puede que tengas que escribir durante la mañana, antes de empezar tu trabajo convencional.
Hay que destacar que puedes encontrarte con que siguiendo este ritmo, el tiempo dedicado a tus aficiones se reduzca, pero es una elección que tú debes hacer y decidir si el cambio vale la pena.